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Los médicos judíos. El antisemitismo en la URSS.

No es esta la primera ocasión en que mis reflexiones giran en torno a la obra de Vasili Grossman. Ahora me centraré en un episodio ocurrido en los últimos tiempos de la vida de Stalin, tal como aparece narrado en la novela Todo fluye . Un día, en algún periódico aparece, entre otros muchos, un artículo en que alguien denuncia que determinada persona, cuyo nombre es inequívocamente judío, ha obtenido un título académico de forma fraudulenta. Hasta aquí nada anormal. Pero pronto se multiplican noticias similares en más y más diarios. En todas aparecen el nombre y el patronímico de los falsarios. En ocasiones, estos parecen rusos, pero en ese caso, se aclara su origen judío. Lo que había comenzado de una manera aparentemente casual, se convierte en una campaña en que constantemente judíos, en su mayoría médicos, son acusados de negligencia en el cuidado de sus pacientes, de indiferencia ante sus sufrimientos o de aceptar sobornos. Es solo un aspecto de la cuestión. Estudiantes con anteced...

Años de plomo

Para la mayor parte de los países europeos y americanos la década de los setenta constituyó una pesadilla a la que cuadra como a pocas la expresión, ampliamente difundida, de años de plomo. A poco que buceemos en la memoria, evocaremos la actividad de las Brigadas Rojas, de la Fracción del Ejército Rojo, del IRA, de ETA, del FRAP, de los GRAPO, incluso del Ejército Simbiótico de Liberación; también del Ejército Revolucionario del Pueblo, de los Montoneros, los Tupamaros, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria o Septiembre Negro. Se trata tan solo de un muestreo sin ánimo exhaustivo. Muchos otros grupos recurrieron a la violencia, con el pretexto de terminar con el imperialismo o el capitalismo. ¿Por qué tantos jóvenes se sintieron fascinados por la revolución? Se mantenía reciente la memoria de las revueltas del 68 y de su fracaso. La Unión Soviética hacía mucho que había perdido toda capacidad de seducción, pero su lugar lo ocupaban los mitos de China, de Cuba y de Vietnam. Incluso...

Por caminos de progreso

Menudearon de manera singular en el siglo XIX los descubridores de las más profundas leyes de la naturaleza y de la historia, aunque justo es reconocer que pocos dejaron una progenie intelectual y política tan numerosa como los creadores del socialismo científico. Esta relativa falta de éxito, de la que quizá la Humanidad haya salido beneficiada, no es óbice para que le dediquemos algunas líneas a uno de los más ilustres, siquiera sea para situar en una adecuada perspectiva al materialismo histórico. Con modestia inequívocamente filosófica y francesa, inicia Comte su Discurso sobre el espíritu positivo . La astronomía, hasta entonces considerada según parece un saber demasiado aislado de los demás, no debe constituir en el futuro, sino un elemento indispensable en un nuevo sistema de filosofía creado —no podía ser de otra manera— por el autor. Este sistema, culminación de los avances científicos de los últimos siglos y cuya instauración universal debe ser la finalidad esencial de la e...

Añoranza del padre

He vuelto, tras varios meses, a la casa en que pasé la adolescencia y una parte de la juventud, el viejo hogar familiar. No el primero, el de la niñez, aquel grande y destartalado de la calle de los Mancebos, desde cuyo balcón disfruté en tantas ocasiones de la espléndida visión de San Andrés −la única iglesia hermosa de Madrid, según leí en un artículo de Corpus Barga−, sino el más pequeño, de Santa Úrsula, La terraza daba a una placita y como el edificio situado al otro lado tenía solo dos plantas, se contemplaba desde ella una vista magnífica, en la que destacaban las cúpulas de San Andrés y de San Francisco el Grande. Hace algunos años derribaron aquella casita y levantaron otra más alta en su solar, con lo que ya solo puede verse, tras una ruidosa plaza atestada de coches, un vulgar bloque de viviendas. En la salita, donde tanto tiempo pasó mi padre tecleando en su vieja Olivetti, artículos sobre los lejanos países que había visitado o sobre los restaurantes en que había comido, q...

Nostalgia del Paraíso

El pasado, contra lo que pueda parecer, no es inmutable, no consiste en una masa de hechos acaecidos que podamos conocer con mayor o menor detalle, sino que, por el contrario, resulta extremadamente dúctil. Indudablemente, en él han ocurrido cosas o, mejor dicho, todo ha ocurrido en el pasado. Ahora mismo, estas líneas según las escribo caen irremisiblemente en el reino del pasado. Es éste un inagotable depósito, caótico e informe, de toda clase de objetos. De entre ellos, como un trapero que rebuscara en el más rico de los vertederos, el historiador selecciona aquellos que le atraen por su brillo o por su presunta utilidad, los recoge con mimo, los limpia y pule con esmero y los eleva a la categoría de acontecimientos. Martínez Marina tras bucear largamente en polvorientos legajos, retornará a su siglo convencido de que los liberales del Trienio no hacen más que actualizar un régimen constitucional vigente ya en la monarquía visigótica y en los reinos altomedievales. Los juriconsultos...

Dos varas de medir

No pretendo ser original, pues soy consciente de que no hago sino repetir una idea mil veces expresada y quizá tan vieja como nuestra civilización. Esa que San Lucas formuló en los términos: “saca primero la viga que hay en tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano” (Lc, 6, 42). Parece algo obvio y, sin embargo, ¡qué frecuentemente lo olvidamos! Quizá haya que buscar la causa en la secularización de nuestra sociedad, en el olvido y hasta desprecio en que han caído las enseñanzas religiosas en este rincón del mundo occidental. Vino primero el intento kantiano de fundamentar una moral autónoma, deducida del puro uso de la razón. No es posible poner en duda la pureza y vigor de las ideas de Kant, como tampoco podemos pensar que en él alentara un espíritu antirreligioso. Abrió, sin embargo, un camino por el que otros se adentrarían hasta extraviarse. Para él, las normas éticas eran forzosamente universales, pero al desacralizarlas cavó, aunque ese n...

La izquierda ante Israel

Cuando a finales del siglo XIX estalló en Francia el caso Dreyfuss, se produjo un claro alineamiento de la opinión pública y de las fuerzas políticas. En contra del oficial judío falsamente acusado e injustamente condenado se alinearon las fuerzas tradicionalistas; mientras que a su favor, lo hicieron los progresistas. Como suele decirse, mucho ha llovido desde entonces. El antisemitismo desembocó en el inconcebible genocidio de la Shoá , en la condena a muerte de unos seres a quienes dejó de reconocérseles el carácter de humanos. La sentencia no se produjo por lo que hacían, pensaban o creían, sino por lo que en la mente de sus vesánicos perseguidores eran. El crimen fue tan atroz que a menudo las víctimas no fueron capaces de creer lo que ocurría, pues nunca antes en la historia de la humanidad se había dado algo semejante. Ha pasado el tiempo y los judíos han podido construir un Estado próspero y democrático. Sin embargo, la hostilidad hacia ellos no ha decrecido. Las masas árabes, ...