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Mostrando entradas de enero, 2008

A la huella de Alfonso Garrido

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Un amigo me ha dejado para siempre, en él he perdido a una persona a quien podía confiar las angustias y problemas que me turban el alma, y con quien podía también compartir una botella de buen vino. A menudo hicimos ambas cosas a la vez. Comprendo que a muchos les parezca frívolo que se discuta sobre la Shoá , sobre su sentido o sinsentido, mientras regalamos el cuerpo con uno de los más refinados placeres que nos ha sido otorgado gozar. Quizá tengan razón. Me falta hoy ánimo para enfrentarme a rígidos ascetas. Solo se me ocurre recordarles unas palabras de Imre Kertész: “ha desaparecido el asombro ante la existencia del mundo y con él, de hecho, el respeto, la devoción, la alegría, el amor por la vida.” ( Un instante de silencio en el paredón , 41). Pero esos sentimientos, cuya ausencia lamenta como pérdida irreparable un superviviente de los Lager , aún existen. Todos los que hemos tratado a Alfonso los conocemos. Recuerdo un día maravilloso en que en su compañía, mi esposa y yo rec

Prohibido comprar flores

Los diarios de Victor Klemperer muestran la tragedia judía desde una perspectiva distinta a la de Levi, Kertész o Frankl. Una primera diferencia es de orden espacial. Klemperer no conoce los Lager, es, no cabe dudarlo, un judío afortunado: pierde el trabajo, la casa, el coche, pasa hambre, pero vive en la ciudad de Dresde, no en Auschwitz o en Treblinka. Otra, se refiere al tiempo: Klemperer no rememora hechos pasados, sino que día a día deja constancia de lo que ocurre. Contrariamente a los otros autores mencionados, escribe sin conocer el desenlace, sin saber si mañana habrá sido deportado o, simplemente, si continuará con vida. Su visión no es, por tanto, la de un superviviente. Hay en su escritura una angustia no reconstruida retrospectivamente, sino fijada de inmediato, en el mismo momento en que se ha experimentado, y eso nos permite sentir como la llamada "solución final" vino precedida de una inconcebible serie de leyes y decretos encaminados a excluir a los judíos d

Escenas del Quijote

Se aproxima la noche. Unos humildes cabreros comparten su cena con Don Quijote y Sancho. Tasajo de cabra, queso y bellotas, y, para alegrar el ánimo, un cuerno de vino que sin tregua pasa de uno a otro. El caballero es feliz. No lo fuera tanto si le agasajaran reyes o príncipes con las viandas más escogidas. Saciado el apetito, habla con voz pausada y clara a sus rústicos compañeros que no osan interrumpirle. El amable convite de los que apenas nada tienen ha traído a su memoria viejas lecturas que ahora refiere en obsequio de sus anfitriones. Hubo un tiempo en que no existían las dos palabras de tuyo y mío, en que los hombres todo lo poseían en común y no habían de preocuparse del mañana, pues la tierra generosa proveía a todas sus necesidades. Reinaba entonces la inocencia y no existían agravios ni rencillas. Pero aquellos felices siglos concluyeron y hoy por doquier imperan la ambición y la malicia. Por eso fue necesario instituir la caballería andante: para proteger a los débiles d

Remedos del Juicio Final

Primo Levi, Viktor Frankl e Imre Kertész, entre otros, describen la escena con ligeras variantes: tras varios días de viaje apìñados en un vagón cerrado, sin agua y sin comida, los deportados bajan en el andén de un lugar desconocido. Tras tanto tiempo de oscuridad, quedan cegados por los focos. Los gritos de los guardias y los ladridos de los perros les obligan a formar una fila, sin tiempo apenas para percatarse de que arriba, en el tren, han quedado algunos cadáveres: niños, ancianos, mujeres, enfermos, que no han podido resistir el tormento del hambre y de la sed, de la oscuridad y del miedo. Seres débiles cuya naturaleza ya ha sucumbido ante el horror. Los supervivientes son incapaces de hacerse una idea de lo que les aguarda. Pronto se ven avanzando mansamente hacia un lugar en que alguien, bien cubierto con la bata blanca de los médicos, bien con el uniforme negro de las SS, con el gesto indiferente de quien realiza un trabajo rutinario, envía a unos hacia la izquierda y a otros