Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2008

Recuerdos de un hombre bueno

No sé si se trata de un fenómeno común o es simplemente una peculiaridad de mi memoria, pero cuando he permanecido largos años al lado de una persona, me resulta muy difícil recordar el rostro que tenía cuando la conocí. Puedo, naturalmente, ayudarme con fotografías. Sin embargo, cuando prescindo de estos medios auxiliares, sus rasgos se me presentan con el aspecto de los últimos tiempos. No soy capaz, por tanto, de reconstruir la apariencia de don Santiago Sáez treinta años atrás, cuando yo era apenas un muchacho, que iniciaba con su hija un noviazgo, que acabaría por transformarse en ese amor duradero y profundo que da sentido a la vida Sé, por el contrario, que mi apariencia tímida y desmañada, y mi radicalismo de entonces, a los que se añadía un prematuro −y afortunadamente temporal− abandono de los estudios, difícilmente podían agradar a alguien como él, médico y padre de familia, conservador y hondamente religioso. Imagino que al conocerme no pudo evitar el deseo de que su hija e