Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2011

Domingo Badía Leblich

Por una aparente paradoja el país más preocupado por su memoria histórica es el que menos conoce su pasado. Si Domingo Badía Leblich hubiera nacido en Portsmouth o en New Haven su vida hubiera servido de argumento a más de una película, pero quiso el hado que viera la primera luz en Barcelona, algo que ha sido funesto para su fama. No se crea que le hubiera ido mejor de haber nacido madrileño. Ahí está para demostrarlo Ruy González de Clavijo, nada menos que embajador de Enrique III de Castilla ante Tamerlán en la corte de Samarcanda. Cuatrocientos años separan a ambos personajes, pero quedan unidos por el común olvido. Domingo Badía fue espía y aventurero, pero a la vez perteneció a la estirpe de viajeros científicos en que tan prolíficos fueron los siglos XVIII y XIX. Esa que alumbró a Jorge Juan, Antonio de Ulloa, Dionisio Alcalá Galiano y, más tardíamente, a Manuel Iradier, y engrandeció a una España que, incapaz de apreciar su valía, se comportó como madrastra rencorosa con el

Izquierdismo y catolicismo: las raíces del antisemitismo español

Si bien la presencia judía en España ha sido extremadamente reducida durante los últimos cinco siglos, nuestro país es uno de los que, en Occidente, mayor rechazo muestran hacia Israel. Aunque en una primera aproximación, podemos afirmar que tal hecho se deriva tanto de un desconocimiento nacido de la falta de contacto como de la posición marginal de nuestro país durante gran parte de los siglos XIX y XX; tal respuesta, si bien contiene elementos de verdad, no es totalmente satisfactoria. Ciertamente, ni existe en España memoria de la Shoá , ni nuestros intelectuales se han visto, como los franceses, obligados a tomar partido en un conflicto similar al caso Dreyfuss. Difícilmente, se podía movilizar a la opinión pública para que apoyara o rechazara a una minoría exótica prácticamente inexistente fuera del protectorado marroquí. No obstante, la lectura de autores como Valle Inclán, Pío Baroja, Antonio Machado o Blasco Ibañez, basta para mostrar la pervivencia de un estereotipo antijudí