Construir la historia
Poco antes de morir perseguido por los jacobinos, escribió Condorcet un libro titulado Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano , con el que se proponía: “demostrar mediante los hechos y el razonamiento que la naturaleza no ha puesto límite alguno al perfeccionamiento de las facultades humanas, que la perfectibilidad del hombre es realmente infinita: que los progresos de esta perfectibilidad, de ahora en adelante independientes de la voluntad de quienes desearían detenerlos, no tienen más límites que la duración del globo al que la naturaleza nos ha arrojado” [1] . El objetivo del marqués revolucionario no era obviamente escribir un libro de historia, sino elevarse sobre la confusión de los hechos para, en la distancia, advertir un significado coherente en el devenir humano. Su construcción, aunque a menudo aventurada y falta de documentación, se mantiene alejada de toda idealización del pasado. No hay en ella asomo de mitos tales como el Paraíso o la Edad d