Desordenado paseo por el tiempo
Corría el año 1534 y Europa se agitaba en el torbellino de la revolución religiosa. Ya Lutero había desautorizado a los extremistas que, so pretexto de seguir sus pasos reformadores se lanzaban contra las autoridades temporales, dispuestos a edificar el Reino de Dios sobre la tierra. Vientos de jacquerie soplaban sobre Alemania y avivaban rescoldos de viejas herejías. De nuevo se escuchaba la pregunta nunca contestada: cuando Adán araba y Eva hilaba, ¿dónde estaba el señor?. Los príncipes católicos y protestantes olvidaban momentáneamente sus rencillas y se unían para ahogar en sangre la revuelta campesina. Pero la historia no ha terminado. Münster, una pequeña ciudad de Westfalia, es presa de la exaltación. La muchedumbre sigue con fervor a los predicadores anabaptistas y termina por entregar el poder a uno de ellos, Jan Matthys. Los disidentes, católicos y protestantes, tanto da, son expulsados, y comienza la construcción del Reino de Dios. Se presiente la inmediata venida de Cristo...